Entrevista con Ramón Muñoz: La innovación es tarea de todos

Ramón Muñoz es Presidente del Centro de Innovación y Paradigmas y Presidente de la Comisión Nacional de Innovación de la Confederación Patronal de la República Mexicana. Durante el sexenio de la transición democrática, del Presidente Vicente Fox ocupó el cargo de Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y desde esta posición diseñó y lideró la Agenda de Buen Gobierno.

En la actualidad Muñoz colabora como evaluador en los procesos de elaboración de las Agendas Estatales y Regionales del Conacyt para detonar el potencial innovador en el país y fortalecer la economía de los Estados y regiones, enfocándose en  sus vocaciones y capacidades diferenciadas. Las Agendas Estatales también tienen como objetivo promover la aplicación de la ciencia y la tecnología en la industria nacional para hacerla más competitiva, así como la vinculación entre academia, gobierno, industria, y sociedad.

 Lo entrevistamos en el marco de la Segunda Evaluación de las Agendas Estatales y Regionales de Innovación, realizada durante la primer semana de agosto en la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC), para conocer su visión sobre la innovación en México y el cómo dichas agendas la están impulsando.

 FUMEC: ¿De qué trata la Innovación a la Mexicana y qué se está haciendo actualmente para incentivarla?

 Ramón Muñoz: Cuando uno revisa la lista de los países más competitivos en el mundo, éstos resultan ser los más innovadores,  por lo que me queda claro que si México quiere aspirar a niveles de desarrollo superiores tiene que apostarle a la innovación,  y justamente es ahí donde surge el proyecto de Innovación a la Mexicana, atendiendo a esta necesidad nacional.

 Actualmente los emprendedores enfrentan un mundo de desafíos que hay que remover,  este proyectom busca promover la innovación como una cultura nacional que se traduzca en mejores condiciones para sacar adelante los emprendimientos. Hoy están pasando cosas muy interesantes a nivel startups, con los jóvenes que están en diversos emprendimientos muy innovadores. Hoy les toca a ellos abrir brecha, y en la medida en que se encuentren con apoyos de organizaciones e instituciones como la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia, esto posibilitará la ejecución de sus proyectos.

 Todas las personas poseen la capacidad para innovar, y los entornos propicios facilitan este proceso, que al volverse algo cultural es detonante para el desarrollo económico y social. La innovación debe ser la base de todo y una tarea de todos.

F: Cómo evaluador de la Fundación México Estados-Unidos para la Ciencia, ¿cuál es su percepción acerca del trabajo que se está haciendo en las diversas entidades en el proyecto de las Agendas Estatales?

R.M: Esta iniciativa de la Dirección Adjunta de Desarrollo Regional del Conacyt tiene un gran mérito y está ayudando a integrar esfuerzos que antes se encontraban aislados. Creo que una vez terminadas éstas, habrá la necesidad de sumarle otros esfuerzos que se vinculen con los demás programas de estímulos a los emprendimientos innovadores, así como tomar en cuenta proyectos que están surgiendo más allá del diseño de estás agendas. La realidad está en constante dinámica de cambio.

 En cuanto a los proyectos que han ido surgiendo en la elaboración de las Agendas hay varios hallazgos, tal es el caso de Yucatán en donde buscan conectarse a la nueva revolución tecnológica y del conocimiento. He visto estados que, a pesar de tener condiciones adversas, como es el caso de Michoacán, están buscando las maneras generar innovación.  Este es un esfuerzo muy loable que hay que aplaudir, e integrarlo con otros programas.

  F: ¿Qué implica un proyecto como este para las entidades con mayor rezago económico y que están por debajo en el ranking nacional de innovación?

 R. M: Uno de los planteamientos que hago en mi libro Innovación a la Mexicana, habla de la importancia de innovar desde la diversidad. México es un mosaico complejo y hermoso de muchos Méxicos. Esto nos hace pensar que innovar desde la diversidad también puede llevarnos a diversificar la innovación. Es decir, lo que tiene que hacer Guerrero no es lo mismo que tiene que hacer Nuevo León.  No obstante, para entidades que están en etapa de construcción es importante que vean lo que ocurre en otros lugares a nivel estatal y mundial, e incorporar conocimientos y hacer cosas que antes no hacían. Vemos que para ellos la imitación se convierte en una estrategia de innovación.

 F: ¿Cuáles son los retos para llevar a México hacia una economía del conocimiento?

 R.M: Tenemos que comenzar por revisualizar lo que consideramos como innovación. Tal vez el primer paradigma que habrá que romper es “el paradigma de romper paradigmas”. La innovación en el mundo va mucho más allá de este enfoque. Los países más competitivos a nivel mundial destacan sobre todo por la vinculación que existe entre la cuádruple hélice: empresa, gobierno, academia, y sociedad civil. En esos casos el porcentaje más alto destinado para ciencia, tecnología, e innovación lo aportan las empresas, de tal suerte que el gobierno se enfoca especialmente en crear las condiciones que faciliten la inversión en innovación por parte del sector privado. Uno de los retos podría ser  relanzar los estímulos fiscales para la innovación.

 Además necesitamos conocer mejor aquellos casos de vinculación exitosos de las empresas mexicanas y difundirlos, aunque la vinculación per se no genera la innovación, sí es una condición que puede coadyuvar a generar un ambiente positivo para que ésta ocurra.

 F: ¿Qué acciones podrían ayudar a que las AEI tengan el impacto económico y social que se espera?

Lo primordial que éstas sigan su objetivo de alinear recursos con proyectos y asegurarse que esto ocurra a través de los diversos mecanismos con los que cuenta el Conacyt, y otros programas. También he sugerido contar con un sistema de alerta para detectar nuevos proyectos, ya que la innovación se da de muchas maneras, y hay que poder detectarla más allá de las Agendas.

 Por otro lado, hay una gran riqueza que surge a partir de este proyecto y que no se verá reflejada en el portafolio de los proyectos específicos, sino que quedará registrada de manera lateral. Habría que integrar los insights derivados del trabajo de las Agendas para que puedan ser extrapolados de unos estados a otros mediante un ejercicio coordinado de polinización cruzada, esto ayudaría a llevar y aplicar ideas de un lado a otro, elevando el nivel de competitividad nacional.